Como dice el propio Daniel Castillejo, «con estas dos piezas de la artista gasteiztarra Zuriñe Amoroso, se inicia el programa Boutique de ZAS Kultur Espazioa, en un intento de facilitar la creación de coleccionismo bajo nuevas condiciones de relación entre el aficionado al arte, el artista y el mediador de arte.

Zuriñe Amoroso es una joven artista que lleva a cabo una obra que se puede analizar en dos direcciones. Por un lado, debido a sus intereses estéticos y profesionales relacionados con el universo del tatuaje, se siente cercana a las tendencias que, en numerosos lugares está tomando protagonismo, tratan de desarrollar la analogía reflexiva entre pintura y tatuaje con la piel como soporte. Estos artistas juegan con la paradoja de que la noción de efímero y permanente se funden en lo que llamamos tiempo vital, de tal manera que intentan obviar el concepto de trascendencia más allá de la propia vida. Sus obras son diseños originales que adquiere el cliente eligiendo aquellos que le son afines o gratos. Exactamente como hace un artista con el añadido de que uno se lleva la obra puesta allá donde vaya, lo que quede de ellos será pura documentación que es otra manera de estar, aunque sin materia.

Por otro lado está la intención, el discurso de Zuriñe Amoroso en el que se muestra un interés por la mirada, la crítica a la censura y la cosificación del cuerpo femenino. Estos tres elementos construyen un entramado en el que participan la mirada propia, la de la artista sobre su cuerpo en una actitud normalizada y, al mismo tiempo, la mirada del otro, muchas veces sexista, normativizada por cuestiones formales, morales y legales. La inquisición como búsqueda de indicios de elementos aparentemente obscenos da la medida del conflicto existente en muchos de los ámbitos sociales.

El ejemplo más claro se encuentra en la obra del cartel de esta muestra, lo que para la artista es un espejo-ojo que refleja la visión natural de un cuerpo, para otros es un artefacto ambiguo que muestra no sólo un ojo, sino una vulva y un pezón.

Ambas cuestiones se producen al mismo tiempo dando lugar a una aguda reflexión sobre los términos de poder que casi siempre se construye sobre una estructura política basada en la moral predominante».